Poemas

Un hombre ilegible

Te siento en el lenguaje

que pasea sus signos

por el espacio aséptico de la luz que florece.

Él crea mis deseos

cada vez que entro en el jardín del sol

para besar tu cuerpo todo fuego y respuestas.

Soy un hombre ilegible para caminantes

con dagas afiladas que se filtran

en la vida y la matan.

Demasiados naufragios, demasiados

desplomes aletean en mi sangre

y en las huellas que agitan mi memoria.

Un día buceé bajo las aguas

transparentes que habitan en tu cuerpo.

Un día sin imágenes ni rostros

con marcas de locura en salazón.

Aquel día dejé de buscar espejismos

para llenar de amor todas mis ánforas.

 

Carlos Benítez Villodres – Del libro Amantes

 

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