Perdóname por haberte ayudado a comprender que no estás hecha sólo de palabras”. – Roque Dalton
Tras la columna vertebral de Sudamérica
se escucha el rumor sordo
de los tumultos del dolor.
Pequeños cóndores asesinados
Mariposas y flores heridas
pueblan las calles de Santiago
ensangrentado.
Y a no se puede
-ni se debe-
cambiar un puñado de poemas
por un saco de balas.
Quisiera -eso sí- encontrar mi voz
para unirme al grito de los que no tienen voz.
Nuestra vida es apenas un suspiro
en el seno de la eternidad,
en el remolino de la historia,
a pesar de todo “florecerán mil flores”.
Dicen que las flores
son las armas nobles
que jamás procuran la batalla.
Pero cuando giran algo pasa,
pueden mutilar con un solo giro
si algo se interpone en su camino.
Poema urgente para los jóvenes chilenos
Eduardo Alberto Planas-
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