Poemas

El sentido del tacto

Se aproximan, me tientan, me seducen

tus dedos, revoltosos, casquivanos,

que disuelven mi carne entre tus manos,

y a linfa, arcilla y sangre me reducen.

 

Consiento que en mi cuero uñas ambiguas

se demoren, carnívoras, voraces;

que, insectos en mi piel, larvas audaces,

vuelvan a renovar llagas antiguas.

 

El animal que habita mis entrañas

se estremece, convulso, dolorido,

y confunde tus dedos con arañas.

 

Y sólo cuando sabes malherido

el cuerpo atormentado en que te ensañas

me miras y comprendo que has vencido.

 

Antonio José Anadón

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