Poemas

La mirada de Satán

“Satán” se llama mi perro.

Aunque la gente se asombre

si lleva puesto ese nombre

no es invocando al Siniestro

sino por guardián y diestro.

Camorrero como pocos,

altiva su alma guerrera,

gambetea la perrera

mientras que en grescas caninas,

sabe Dios en cual esquina,

perdió diente, oreja y uña!

Hasta aquí la identidad

de un animal de verdad.

Pero está la otra faceta

personal, sensible y quieta.

 

No comparo la ternura

de su mirada de amor,

de esa entrega sin pudor

que lo hacen tan distinto.

Dicen que obra por instinto

y en eso no estoy de acuerdo,

él es todo sentimiento.

Brilla de puro contento

desde los ojos al rabo,

manso, fiel y consagrado

a agradecer mis caricias.

Yo sé que no dudaría

entre su vida y la mía!

Más valioso que algún hombre…

“Satán”, es ese su nombre.

 

Silvia L. de la Cal-

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