Las palabras no acudieron.
Solo la emoción reinó.
Dónde quedaron, con mis heroínas.
No hubo necesidad de pronunciarlas
se desvanecieron en suspiros.
En oídos se aquerenciaron.
Nada por decir.
Todo estaba expuesto
sus presencias y mis tiempos,
los momentos y la ausencia.
La calidez sentida
en la vida que transcurre.
La fortaleza mostrada en
cada circunstancia. Palabras las busco
y no puedo encontrarlas.
Significa tal vez, que abrochadas
Quedaron entre memorias y amores.
Entre el cielo ansiado y la tierra fértil.
En medio de un mar de amparos
y remolinos donde comenzar de nuevo.
Graciela Di Laudo