La vejez no es nada feo
¿Acaso es fea la historia;
el tiempo, que la memoria
no envejece en el museo?
¿El vino añejo, el deseo
que en el corazón perdura?
¿El amor, fruta madura
mucho más dulce que verde?
¿Y el hombre, que no se pierde
si vive en una pintura?
El tiempo pasa sin fin,
deja atrás días y horas,
se va como las sonoras
notas de un viejo violín.
El arte –del sueño afin-,
siempre es joven, nunca anciano,
con su rostro soberano
no tiene prisa en su viaje,
vale, pues, el homenaje
que le hace, pintor, tu mano.
Renael González Batista-