Donde van dolientes las mujeres
con sus marcas indelebles en el alma
que perduran por siempre en el tiempo
quietas, inmóviles
resurgiendo desbastadas
pues la noche se ha hecho carne
y la bruma acompaña solitaria.
Quiero el sol
para ellas que son miles
quiero el sol, y un mañana,
que los años no se agolpen dolorosos
lastimados, incoherentes
sobornados por la risa, la palabra
la caricia mentirosa
la boca que lastima.
Quiero el sol
para ellas que son miles
quiero el sol, y un mañana,
un mañana pleno
no la herida que sangra y que desgarra,
sino la rosa blanca
que florece al alba.
Magdalena Bo- Poema del libro. “Poemas para leer”
Pingback: 14 de marzo de 2012 : : Cronica Literaria