Poemas

Casi obsceno

Si quisieras oír lo que me digo en la almohada

el rubor de tu rostro sería la recompensa

Son palabras tan íntimas como mi propia carne

que padece el dolor de tu implacable recuerdo

 

Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un día? Me digo:

Besaría esa boca lentamente hasta volverla roja

y en tu sexo el milagro de una mano que baja

en el momento más inesperado y como por azar

lo toca con ese fervor que inspira lo sagrado

 

No soy malvado trato de enamorarte

Intento ser sincero con lo enfermo que estoy

y entrar en el maleficio de tu cuerpo

como un río que teme al mar pero siempre muere en él.

 

Raúl Gómez Jattin-

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