Mis palabras se mueven descontroladas,
lastiman, sangran, y no cicatrizan.
Mis pensamientos gritan,
mi corazón esquiva,
yo… solo digo:
¡basta!
¿Temor?… no,
no existe marcha atraz.
El hecho esta hecho,
el dolor apareció.
¡No tengas compasión!
¡Vete, no regreses!
¡Mafia de lunares!
Perdona corazón,
no quise,
sólo no quise.
Me deje llevar…
Sé que podrás perdonarme.
No pude detener mis faltas.
Sólo soy normal…
Carla Teiguel-
Pingback: 22 de agosto de 2012 : : Cronica Literaria