(a mi Papá Ismael)
Me sorprende la noche,
juntando pedacitos
de cuando vine al mundo,
de mi infancia,
de mis logros, mis desaciertos
de mi juventud rebelada,
y de tu mirada querido viejo;
de tus consejos retumbando como eco
de mi muralla para derribarlos y vencerlos,
pero sin lograrlo.
De las veces que nos enojamos,
de tu amor incondicional a tus nietos,
de tu actitud decidida para hacer de mi
una guerrera, una persona con principios
una luchadora… eso te lo debo!,
bah!, tanto te debo…
ahora que no te tengo,
me quedo con los últimos mates,
tu sonrisa,
tu mirada profunda,
tus silencios,
la devoción de mamá,
su inmenso dolor al perderte,
el amor hecho lágrima
de tus nietos, esos gigantes chiquitos
mis hijos…
Como te amaban ¡y te aman!!!
Como te disfrutaron!!!
Cuánto les diste!!! cuánto aprendieron!!!
hoy los miraba
cuando te despedían
mi corazón se quebraba en mil pedazos
en cada una de sus lágrimas silenciosas
en su dolor adulto aun sin serlos.
Papá ya no te tengo,
no podremos ni cambiar opiniones
ni podré darte un beso;
ya no habrá retos,
ya no te tengo Viejo,
me quedé vacía… de tu presencia física
pero estás en cada uno de mis pensamientos
en el corazón de todos seguís latiendo,
por eso esta noche me sorprende
juntando pedacitos… y buscándote
en la estrella que te corresponde
en el cielo.
Te amo papá!!
Mirta Jodor-