… el viento pintó el cielo del color carmín que tomó de tus labios…
rodó malaspinas hasta sangrar el sol…
hizo jirones las nubes que reflejaron en tus ojos el brillo del atardecer…
y perfumó de retamas el aire mojado de nuestro jardín…
Bárbara Himmel- “De atardeceres patagónicos”
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