Hago una efigie de cruz en la piedra.
Lejos.. .las olas van al sueño del encuentro
¡Penélope fatal! la triste bruma
del tiempo que viene montado en espumas tristes,
de un cansancio ya gastado.
Escribo un poema, son las seis.
Mi reloj da las nueve.
Busco palabras…
las encuentro en el arrullo del jilguero,
en los cantos del salmista,
en el mantra de Siddharta,
en la lluvia de Macondo,
Pero ¡cuidado!! que también las hallo:
en mi silencio sabio y cómplice,
entre las plumas de poetas y escritores,
en el comienzo de una alegría
y en el fin de un dolor,
en la primera chispa del fuego
y en el último suspiro del mar.
El poema es ahora mi esperanza,
no obstante cuando tú lo leas
comenzará a ser POEMA.
Amanda Paulina Treffinger-
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