Poemas

La vía de las sensaciones

Reniego de los que llaman a las armas

en lugar de llamar a la calma.

Reniego de los que piden sangre

en lugar de pedir pan.

Reniego de los que convocan odio

en lugar de convocar al amor.

Reniego de los que gritan venganza

en lugar de reparar corazones.

Reniego de los que dividen

en lugar de clamar reconciliación.

 

Que las armas se callen.

Que la sangre se contenga.

Que los odios se enmudezcan.

Que la venganza se olvide.

Que las divisiones cesen.

 

Alabo a los que sufren

las injusticias y piden paz.

Alabo a los que con hambre

aún reparten lo poco que tienen.

Alabo a los que aman

al enemigo antes que al amigo.

Alabo a los que tienen clemencia

con los intransigentes.

Alabo a los que suman aciertos

y no restan tropiezos.

Pues al alabarles, les comprendemos.

 

Comprender es el principio de sentir.

Sentir lo que soy y pensar en lo que soy.

Concertar las palabras con la mente.

Expresar lo que sentimos

y sentir lo que expresamos.

 

Para que la paz nos sonría, sonríe.

Para que el amor nos ame, ama.

Para que la vida nos viva, vive.

Para que el mundo nos abrace, abraza.

 

Abracemos el corazón

antes que el cuerpo.

Vivamos el alma de las cosas.

Adentrémonos en el espíritu

que nos gobierna

y dejémonos gobernar por el sosiego.

 

Que cada batalla

es una destrucción interior.

Que cada guerra

es una pérdida del espíritu humano.

No hay victoria

cuando se pierde el corazón, sabedlo.

 

Alimentad el espíritu

con caminatas por el universo.

La fe en la poesía hace la vida.

Solamente una vida espiritual

merece un poema,

al igual que una vida ofrecida

a los demás,

es la única que merece ser rescatada.

 

Víctor Corcoba Herrero – corcoba@telefonica.net

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