Pequeña luz, diminuta presencia.
Tibieza agolpada, de dulzura repleta.
Aroma a jazmines y blandas caricias.
Sonido a agua fresca, diáfana, inocente,
Esperanza, brazos de una misma raíz.
Quiero ser mejor para merecerte.
cuenco de susurros,
melodía del amor constante.
Tocas mi existencia y
la transformas inevitablemente.
Graciela Di Laudo-
Pingback: 1 de abril de 2015 : : Cronica Literaria