Se vació la copa de vino.
Los leños en la chimenea,
cenizas.
Por las persianas bajas
se filtra
el viento espiralado
Afuera la noche,
el frío, las calles vacías…
Los fantasmas invaden…
Me sumerjo en la
esquiva literatura.
Las palabras de junio
se escapan
en la fiebre azulada,
caen arrodilladas,
enredadas a mis pies
como el llanto atrapado.
Y desaparecen…
Gladis Ataide-