La oscuridad de la noche me desvió y casi llego a la perdición
caí en el más profundo agujero,
la luz no existía allí y la tristeza se apodero de mí
se lleno de nostalgia mi vida, porque al parecer nadie me recurría
en ese momento me acorde de ti y al buscarte en los cielos te vi
vi ese resplandor al que me tienes acostumbrado, con el que mi ser siempre se ha alegrado.
Ese fue el momento en el que vi tu verdadera belleza,
belleza que supera a la de una princesa.
Tú me extendiste tu mano, me sacaste de allí
me mostrarte lo que valgo y me amaste hasta el fin,
diste tus conceptos sobre mí, y mi corazón se alegró al escuchar tus palabras de amor
me fascino encontrar tu compañía,
porque en las noches siempre me guías.
Tú, grandiosa entre los astros,
maravillosa entre el universo,
magnifica entre la creación,
poderosa al alumbrar en la oscuridad
en realidad si eres una consentida en los cielos,
si eres mi lunita, mi fiel amiguita.
Juan Camilo Alvarez Peláez-