Poemas

Sin dudas

En la casa vetusta del planeta

se aglomeran ateos y creyentes.

Esperan con oídos impacientes

la anunciada visita del Profeta.

 

Lo esperan el prosaico y el poeta

para verlo con ojos persistentes.

Cada cual entre dudas diferentes

lo ve por el abismo o por la meta.

 

El poeta le cree y así lo nombra

creador de la luz y de la sombra;

de la ruina fatal y de la fama;

 

de la gota de llanto y de la risa;

del violento simún y de la brisa;

de la lluvia sutil y de la llama…

 

Francisco Henríquez-

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