Poemas

El huracán de mi fogosidad

Tu risa abrió los cielos

y mi alma sin rencores.

Poco a poco tu amor me dio sus frutos

bien amados que hoy pueblan mi sangre en primavera.

Poco a poco tus besos desnudos y salvajes

granaron mi pasión, y sus llamas lograron

habitarte y quererte y poseerte

bajo la luna ebria

de susurros de amantes y de miradas cómplices.

Tú eres, amor, mi bálsamo

y el huracán de mi fogosidad.

Contigo el mundo negro

se torna en paraíso

floreado y frondoso como la vida clara,

como el fuego que ruge sobre el lecho,

en donde tiernamente conseguimos

que tu cuerpo y el mío se transformen

en un solo torrente de emocione

nuevas y placenteras.

 

Del libro Amantes

Carlos Benítez Villodres-

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