Estoy cansado,
íntimamente cansado;
con un cansancio de espejo
que aúlla frente a otro espejo.
Cansado
de mi tristeza de charco
de mis manos
hundidas en el desastre;
cansado como un buey
que arrastra el cielo
entre pantanos,
con un cansancio insondable
de mi cuerpo que esconde
la podredumbre tibia
de otro cuerpo muerto.
Diego Muzzio-