Poemas

Otro mundo

Si bien esta vez algo he perdido

pude pronto llegar al intenso color

de una tarde distante,

a la densa premura de un cielo tormentoso

y a la sana alegría cuando un nombre olvidado

se acercaba a mis labios sin razón aparente.

En ese mismo instante me requería Dios

con un suave llamado. Y todo fue muy simple.

Era estar en un tiempo sin apuro gravoso,

sin edad, sin miseria, sin el hecho acuciante.

La realidad volvía a ser un paraíso.

 

Julio Bepré-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *