Poemas

Hado

Con el último rayo de luz, desvaneciéndose ante mi

la noche, pausadamente se me volvía a presentar

con sus miles de chispas blancas, como acompañantes

abrían nuevamente el telón, a mi fatídica tarea.

 

Mis ojos absortos, escrutaban en el oscuro firmamento

las distintas órbitas, trazadas por las blancas chispas,

en busca de la más deslumbrante conocida por ellas.

 

Curioso destino egoísta, nos fue encomendado a ambos

el cual, creado antes que las Nornas comenzaron a tejer,

presagió mi incontenible odio e ira, que seguirían a tu ser.

 

Abrupto corte, puse al presente pensamiento reflexivo

al notar tu estrella singular, el oscuro firmamento surcar

con bríos te perseguí y pronto te conseguí apresar

tu fin gozaba, hasta que el mismo ruido me hizo ceder.

 

El hastío copaba, como de costumbre, mi fatigado ser

deseoso de terminar, con este cometido redundante

carente de un visible desenlace, pero dueño de uno

provocador y egoísta, se repetirá hasta ese día llegar.

 

F. D. Soliatis-

Comments

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *