El cuerpo del hombre
se refleja en el río
en el agua de vertiente y bruma
El río amenaza a los ojos
que mueren en la distancia
se lleva la ranchada
todas las raíces
y un torrente de hojas golpea
los brazos que se aferran a las ramas
para buscar la vida de los otros
Después de la tormenta
la tierra renace con el sol
vuelve el hombre a buscar en los escombros
a perpetuar la sangre que hierve
y después que deja de filtrarse la luz
entre los sauces
se escucha un sonido solo
en el vientre de la noche
Voces lejanas
llaman a la vida
pasan manos temblorosas
canoas de silencio
Se aquieta el vino en el hombre
que mira el río
y revive la lucha en sus ojos
Por la orilla
anda un chico descalzo
y el río
sigue buscando en el fondo de los hombres
Gloria Oscares-