Poemas

El ataúd

Allí está… Pero no está.

En el pequeño recinto

se encuentra expuesta una ausencia

y la gente viene y va,

atribulado su instinto,

expresando condolencias.

 

De roble y bronce el cajón

para sostener la muerte.

En medio de las puntillas

asoma ese rostro inerte…

Dejan caricias de amor

en sus pálidas mejillas.

 

Los pimpollos delicados

de flores de primavera

adornan el escenario

de la obra que estoy viendo.

Mientras mi mente asevera:

“No la entiendo… no la entiendo”…!

 

Silvia L. de la Cal-

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