Poemas

No dejo nada

 Preparo mi equipaje, despacioso,

con la calma habitual de cada anciano,

rescato de mi página de humano

con cierto fatalismo licencioso.

 

El muro, mi clavel, el paso ansioso,

mi parra, la placita, andén, verano,

mi amistad, mi ternura, limpia mano,

la caricia primera, el armonioso,

 

el garbo de su paso primoroso,
mi casita, la esquina, el empeñoso
festín de mi rayuela displicente:

efigie de mis viejos, mi alborada,
mi luto, mi dolor. No dejo nada.
Sólo un beso final sobre tu frente.

Rodolfo Leiro-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *