Poemas

La hormiga

Sin saber que es domingo, ruidoso día de fiesta,

va llevando su carga la minúscula hormiga:

el trozo de una hoja en perfilada cresta

colúmpiase oscilante sin impedir que siga.

 

Apenas se apresura, que caminar le cuesta,

y se esfuerza consciente pues el deber la obliga,

prosiguiendo el sendero, pese a tal lastre, enhiesta,

pero sin detenerse ni demostrar fatiga.

 

¿Cómo sigue su rumbo el portentoso insecto,

conociendo infalible la dirección que toma?

¿Qué indicios lo conducen por previsto trayecto

y alcanzar sin perderse el lugar donde vive?

¿Será acaso la brisa? ¿O tal vez el aroma?

¿Quizá la propia tierra por su altura o declive?

¿Cuál será la conciencia de un obrar tan perfecto?

 

Marilina Rébora-

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