Poemas

Caminamos sin saber o sabiendo nada

El sol que amanece en los días de invierno

nos trae el aliento divino de la vida,

nos retrotrae a los tiempos vividos,

y a los que nos quedan por vivir nos traslada.

 

No hay vida sin sol ni humanidad sin albor.

 

En todas las tierras sólo hay un abecedario,

como en todos los mares sólo hay un lecho:

el alfabeto del amor y el cauce de las olas

erguidas a la mirada de un despertar feliz.

 

No hay pasión sin luna ni humano sin estrella.

 

La pureza del corazón se alza al creador

igual que un astro radiante,

venimos de Dios y a Dios vamos y vemos,

quien así lo vive, será luz a los ojos del mundo.

 

La sombra no habita, es la luz la que no ves.

 

Mirad en la dirección del amor, ¡alcanzarlo!;

conjugad con el alma el verbo amar, ¡sentirlo!;

reconducir el itinerario de vuestra existencia

a caminos en los que Dios habla y respóndele.

 

Sólo aquel que sabe de Dios, ¡todo lo entiende!

 

Víctor Corcoba Herrero– corcoba@telefonica.net

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